¿Cómo iluminar un escaparate?

El escaparate actúa como reclamo para los productos de los comercios. Las piernas van donde los ojos les llevan y los ojos van donde ven luz y decoración. Se trata de un espacio esencial para la captación de clientes donde mostrar los productos más destacados o las últimas promociones  y ofertas. El diseño de escaparates ha cobrado gran importancia en los últimos años convirtiéndose en espacios con alto contenido estético donde la iluminación juega un papel esencial. Un escaparate mal iluminado puede convertirse en un espacio que pase inadvertido con las nefastas consecuencias para el negocio.
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¿Cómo iluminar un escaparate?

Un escaparate atractivo y correctamente iluminado, transmitirá una excelente imagen del negocio y se convertirá en el gancho apropiado para que un mayor número de clientes se anime a entrar en el comercio. Sin duda, el punto de partida para iluminar un escaparate es conocer el tipo de negocio y producto que se desea exponer y el espacio con el que contamos. Existen varios tipos de escaparates según su configuración, ubicación o la naturaleza del material expuesto. Existen aquellos conocidos como de fondo abierto, que dejan ver el espacio interior de la tienda, aquellos que lo intuyen o dejan ver solo una parte, semiabiertos o aquellos cerrados, que conforman un espacio propio diferenciado de la tienda. Otra de los aspectos a tener en cuenta es su ubicación, ya que tenemos escaparates de fachada, pasillo o incluso interiores. En todos ellos, el espacio siempre debe de estar correctamente iluminado.

Todos los estudios realizados sobre escaparatismo advierten de las zonas más «calientes» donde los clientes centran su atención visual y es a partir de estos puntos de visión desde donde debemos de diseñar la iluminación sobre aquellos productos o reclamos que queremos que más destaquen. La zona central del escaparate recibe la mitad la atención de los clientes y además el tercio inferior recibe hasta el 70% de la atención. Respecto a los laterales, los expertos destacan que el lado izquierdo es ligeramente más atrayente que el derecho.

Los criterios que un profesional debe de tener en cuenta a la hora de iluminar un escaparate pasan por:

  • Destacar los productos o zonas de interés. Encontrar un diseño lumínico que proporcione la luz adecuada a los productos o zonas de interés, permitiendo apreciar de forma excelente todos los detalles, centrando la atención en lo que se desea destacar.
  • Eficiencia energética. Junto con la presentación del producto, la eficiencia energética es otro de los elementos clave. La iluminación de estos espacios debe de estar preparada para soportar un alto número de horas en funcionamiento ajustando el gasto de la factura de electricidad.
  • Durabilidad. El alto número de horas que permanece encendida la iluminación a pleno rendimiento exige que los componentes sean fiables y tengan una vida útil suficiente como para no registrar incidencias a menudo. Hay que tener en cuenta que si uno de los elementos falla, la iluminación se verá totalmente «dañada» y el efecto se perderá de inmediato.
  • Mantenimiento. En la medida de lo posible, el sistema de iluminación debe de ser fácilmente sustituible si algún elemento falla. Un sistema excesivamente complejo complicará futuros cambios o ajustes.

Diseño de la iluminación

Las características técnicas y recomendaciones para la iluminación del escaparate pasan por: Tracklight Flow 15W-30W_CELER

  • Normalmente el nivel de iluminación debe de ser superior a los 2.000 lux aunque siempre se ha de tener en cuenta las particularidades de cada espacio ya que es posible que queramos dejar en penumbra un espacio o bien realizar un escaparate oscuro con puntos de luz muy definidos.
  • Adaptar la iluminación a los tonos cromáticos del escaparate. Sin predominan los colores oscuros el nivel lumínico deberá ser superior que si se trata de paredes claras que reflejan la luz. La decoración o la identidad corporativa del comercio manda y la iluminación debe de adaptarse a los tonos y ambiente predefinidos.
  • La calidad de la luz emitida es esencial por lo que el valor del Índice de Reproducción Cromática (IRC) de las luminarias debe de ser de al menos 80.
  • La temperatura de color (cálida, fría o neutra) dependerá del diseño y planteamiento estético del escaparate y no atiende a estándares. Tener en cuenta que las luces cálidas resaltan los tonos rojos y amarillos mientras que las frías, destacan los blancos, verdes o azules. Por último las luces neutras, no favorecen ninguna gama cromática. En función del producto a mostrar y del diseño, se pueden combinar puntos de luz con diferentes temperaturas. No será lo mismo una farmacia o una pescadería por ejemplo, que demandarán luz fría; que una panadería o una vinoteca que demandarán temperaturas más cálidas.
  • El ángulo de apertura óptimo permite seleccionar luces con diferente amplitud de haz de luz con los cuales jugar con sombras suaves o más pronunciadas. La amplitud del haz de luz dependerá también de la altura a la que esté ubicada el punto de luz. A mayor ángulo de luz, mayor uniformidad y menor acentuación de las sombras consiguiendo ambientes más acogedores. A menor ángulo de luz, mayor pronunciamiento de las sombras lo que permite crear zonas oscuras con zonas donde se concentra la luz y el interés sobre un determinado punto. En función del planteamiento lumínico es recomendable disponer de un sistema versátil que permita modificar la amplitud del haz de luz.

Conseguir un escaparate con un diseño atractivo y con una iluminación excelente será el mejor reclamo para la atracción de clientes. Un espacio en el que la iluminación además deberá de ser versátil y eficiente energéticamente.