¿Qué es un proyecto de iluminación?
El proyecto de iluminación es un estudio previo que establece cómo se va a iluminar la vivienda en base a la función de cada una de las estancias, la iluminación natural y la distribución de los distintos elementos arquitectónicos.
Un buen proyecto de iluminación tiene en cuenta aspectos estéticos, técnicos y prácticos y establece la cantidad de luminarias que se colocarán y su ubicación, sus características y el tipo de iluminación que va a haber en cada ambiente, ya que cada habitación tiene requerimientos distintos: en algunas bastará con que haya iluminación ambiental, mientras que otras necesitarán luces con mayor potencia, ya sea en toda la estancia o sobre algunas zonas concretas (escritorios, islas de cocina…).
Principales factores en un proyecto de iluminación
Una vez tengamos claro que la atención adecuada a los principales aspectos en materia de iluminación es imprescindible en cualquier proyecto, debemos establecer cuáles son esos factores. Los puntos básicos en los que hay que fijarse son:
- La arquitectura, el espacio y el entorno, tanto en lo que se refiere a la distribución como en lo que se refiere a los usos, y también del acceso de luz natural a cada zona.
- Los distintos niveles de iluminación para cada espacio-tipo.
- La durabilidad de los materiales utilizados, su eficiencia y el mantenimiento que van a necesitar.
El plano arquitectónico y los planos de instalaciones
Lo primero en lo que hay que fijarse es en la arquitectura y el espacio. Para crear un buen proyecto de iluminación, hay que conocer el edificio que se va a iluminar y su entorno, y para ello los planos son primordiales. Hay que tener a mano el plano arquitectónico, que muestra las distintas estancias, la distribución de elementos como puertas y ventanas… y también los planos de instalaciones (electricidad, gas, tuberías de agua…).
La colocación de los elementos de iluminación y puntos de luz así como los tipos de luz deberán ajustarse a todos estos elementos que aparecen en los planos, tanto a los visibles como a los que serán imperceptibles en la obra finalizada:
- Diseñar una instalación «inteligente, planificada y ordenada» de los puntos y fuentes de luz para conseguir que queden integradas en la estructura y diseño del espacio.
- Combinar de manera inteligente la iluminación artificial y la iluminación natural.
- Tener en cuenta dónde hay cableado eléctrico, algo que parece evidente, pero que nunca deben ser obviado.
Tonos e intensidades de luz
La iluminación tendrá objetivos diferentes en función del uso de cada estancia, ya que en cada lugar tiene un uso final diferente y la solución de iluminación aportada, por tanto, será diferente.
Existen tablas de niveles de iluminación para distintos espacios, entre ellos viviendas, oficinas, escuelas, talleres… y es importante ajustarse a ellos para que las estancias no queden ni infrailuminadas ni sobreiluminadas. Es decir, se trata de iluminar cada estancia lo justo y necesario para la función de esa estancia. Se requerirán mayores potencias para lugares de trabajo, por ejemplo, pero la luz debe ser tenue en los dormitorios y otras zonas de descanso.
También hay que atender a los ambientes que se desean generar. Distintos tonos y distintas intensidades de luz generan emociones y contribuyen a la creatividad o la relajación. El color y la luz combinados de manera inteligente puede resultar en una ambientación original o en una aberración estética. Todo depende de lo bien que se haya proyectado cada espacio.
La calidad de los elementos de iluminación
Una buena instalación eléctrica colocada en una vivienda nueva o en una recién reformada debería durar cómo mínimo 10 años con una temperatura de color y una intensidad constante. Nunca es aconsejable optar por elementos excesivamente baratos, que pueden ser de mala calidad y rendir mal y poco tiempo. Un buen proyecto debe atender a los factores calidad de producto, eficiencia energética y durabilidad adaptándose a sus especiales características y necesidades. A la larga, un buen proyecto de iluminación debe revertir en una cuádruple ventaja:
- Creación de soluciones de iluminación adecuadas que consiguen la estética deseada
- Cumplimiento de los objetivos técnicos de iluminación.
- Reducción de los consumos y mayor eficiencia energética.
- Mayor vida útil y durabilidad de los elementos con menores gastos de mantenimiento y reparaciones.
El equipo técnico de CELER puede realizar proyectos de iluminación de cualquier tipo de espacio, apoyar al proyectista en su desarrollo o bien apoyar al profesional para su diseño. Todo ello logrará una instalación adecuada que cumpla con los requerimientos técnicos y estéticos.