De entre todos ellos suele sorprender que haya tres unidades para medir la luz; los lúmenes, los luxes y las candelas. En realidad no es del todo así, ya que cada una mide una magnitud distinta de la luz. A renglón seguido, las definimos:
Flujo luminoso
Es la cantidad de luz visible que emite una fuente de luz, en total, en cualquier dirección. Podría llamarse la “potencia” lumínica, y se mide en lúmenes (lm). Es la unidad más usada en iluminación porque todas las luminarias y lámparas pueden definirse por los lúmenes que emiten, independientemente de cómo los emitan.
Intensidad luminosa
Es la cantidad de luz visible que se emite en una dirección dada. Esta cantidad de luz se mide en candelas (cd) y es útil para, por ejemplo, comparar proyectores que emiten la luz en una muy determinada dirección.
Iluminancia
Flujo luminoso recibido por una superficie. Su unidad es el lux (lx), y es la adecuada en estudios lumínicos, cuando, por ejemplo, pretendemos saber cómo debemos iluminar una estancia para obtener una determinada cantidad de luz en su interior.