De entre todos los factores que afectan a estas condiciones laborales, uno de los más importantes es la iluminación. En cualquier centro de trabajo debemos contar con un correcto diseño tanto desde el punto de vista del trabajador como de la propia actividad empresarial:
- Evitar que la salud de los trabajadores se vea afectada y fomentar la salud laboral
- Evitar quejas de los usuarios por disconfort visual (deslumbramientos, niveles indebidos, parpadeos, alteraciones a los ritmos circadianos, etc.)
- Reducir los costes de explotación (energía, gestión y mantenimiento)
- Disminuir el número de interrupciones por realización de tareas de mantenimiento
- Cumplir con la normativa vigente.
En general cualquier establecimiento industrial está formado por diferentes tipos de espacios (áreas exteriores, oficinas, zonas de producción, almacenes, cuartos de instalaciones, etc.) y cada uno de ellos requiere soluciones específicas de iluminación conforme a la normativa vigente (RD 486/1997 sobre seguridad y salud en los lugares de trabajo y la norma UNE-EN 12464 de iluminación de lugares de trabajo).
De la campana convencional al Highbay LED
Los espacios más relevantes, por extensión y potencia eléctrica instalada, son los destinados a producción y almacenamiento. Normalmente se iluminaban tradicionalmente mediante campanas industriales; luminarias de elevada potencia especialmente diseñadas para espacios diáfanos con gran altura. Las campanas convencionales existentes montan lámparas y equipos de descarga: halogenuros metálicos, cuando se requiere luz blanca de alta reproducción cromática, o vapor de sodio, cuando prima la eficacia y vida útil. Sin embargo, este tipo de fuentes de luz cuentan con varios problemas y desventajas frente a la tecnología LED:
- Requieren mantenimientos frecuentes, normalmente cada dos o tres años, lo que implica paradas e intermitencias en la actividad.
- No admiten sistemas de regulación y control. Los reencendidos son lentos y la regulación es limitada con la consiguiente pérdida de productividad y adaptación a cada espacio.
- Son poco eficientes, en comparación con tecnologías más modernas como el led. Hasta el 80% de la factura eléctrica de un almacén puede llegar a provenir del gasto por iluminación. En ese contexto la tecnología LED, bien aplicada, puede generar ahorros respecto a las instalaciones con tecnología convencional de hasta el 75%, con retornos de la inversión inferiores, en muchos casos, a un año.
La evolución natural hacia la eficiencia energética, el confort visual, la mejora de la salud laboral y el aumento de la productividad hace que las empresas tiendan a soluciones tecnológicas más avanzadas como la gama de campanas industriales Highbay LED HE C2 de CELER que está especialmente concebida para cumplir con los requerimientos más exigentes que demandan la mayoría de las aplicaciones. Cuenta con una amplia gama de 80, 100,150 y 240 W en versiones de 4.000 ó 5.000 K con diferentes ópticas (60º,90º -de serie- y 120º).
También la Highbay Lineal, campana LED lineal óptima para su uso en pasillos de almacenes gracias a su lente doble asimétrica de 30×70º. Cuenta con un diseño robusto y elegante, un alto rendimiento de 130lm/W y posibilidad de cambio y combinación de lentes. Sin duda la solución más óptima para iluminar áreas que necesiten un alto flujo lumínico.
En cuanto a la regulación, se apuesta por el estándar DALI como interfaz de comunicación para el control de los drivers. Esta prestación permite alcanzar ahorros muy importantes en instalaciones donde se aprovecha el aporte de luz natural y/o se reduce o se anula el flujo luminoso en ausencia de personas.